La mañana apareció fresquita y corría bastante viento, y a pesar de eso a las 9:30, estábamos en la puerta del Trillo, Patricia, Brasi y el que escribe.
La calidad de algunas fotos no es muy buena, ya que estreno cámara y hasta que le pille el truco… pido perdón por ello.
Mientras decidíamos a dónde ir, se abrió una ventana:
- ¿A dónde vais? Si me esperáis 10 minutos me apunto…
- Venga pues Pedro date prisilla…
Así pues, un poco antes de las 10, arrancamos dirección a Sta. Cilia, con el viento de frente, para así, tenerlo a favor a la vuelta. Para coger el camino de Santiago, salimos de Jaca bordeando el llano de la Victoria por la parte sur, por la fuente de Forranchinas, a bajar por Finisterre.
La bajada hasta Sta. Cilia por el camino de Santiago fue tranquila y sin ningún percance, a pesar de lo incómodo que era pedalear con el viento en contra.
Zona empedrada, queda muy bien, pero en incomodísima para las bicis
Ya en Sta. Cilia, emprendimos el retorno por la pista que sale nada mas cruzar el puente de la carretera de Somanés. El viento a favor se notaba muchísimo, por lo que la ropa de abrigo, empezaba a sobrar y paramos para guardarla y a hacer la “foto grupo”.
Brasi, Patricia, Pedro y Carlos
Con la pista en buen estado y el viento a favor, nos plantamos en la carretera de Ascara en un momento. De allí continuamos dirección a Jaca, por la pista que sale nada más cruzar el puente del río Aragón y que transcurre junto al mismo. Allí sí que nos encontramos con algún que otro charco de barro.
Por ese camino, llega un momento, en el que la pista se desdibuja en un campo repoblado con chopos jóvenes, el cuál hay que cruzar para salir a otra pista que nos llevará hasta Abay.
Un ratito de cháchara…
Decidimos meternos por las obras de la autovía, donde nos encontramos con una gran zanja, que según Brasi, no hacía mucho que estaba allí, y que salvamos con un buen trabajo de grupo, primero bajar las bicis a la zanja, pasar al otro lado, y volverlas a subir.
Obras de la autovía
De allí a Abay y por el camino viejo, hasta el puente de San Miguel. Una despedida rápida en el rompeolas y para casa, que hacía fresquillo…
Llegando a Abay y el grupo en el puente de San Miguel